Una encuesta reciente del INEGI en México ha demostrado que somos, entre muchos otros, uno de los países que menos leen –un promedio de 3.8 libros al año-; por debajo de Colombia, Argentina o Brasil en un comparativo de países latinoamericanos
Alguna vez, al magnate estadounidense Warren Buffet le preguntaron cuál era el secreto de su éxito económico y señaló: “Leo 500 páginas todos los días. Así es como funciona el conocimiento. Se construye, se acumula y genera intereses a tu favor. Es algo que todos podrían hacer si quisieran, pero casi nadie lo hace…”.
Leer 500 páginas al día suena descabellado, pero no es imposible, de hecho todos los días leemos y escribimos bastante, principalmente en nuestras computadoras y dispositivos móviles.
Alguien hizo los números al respecto, y concluyó que si dedicáramos las horas que pasamos en redes sociales a la lectura, leeríamos al menos 200 libros al año; más de 16 al mes.
Pero leer cualquier cosa no es lo mismo que leer un libro que puede llegar a reacomodar nuestro conocimiento y enriquecer nuestras vidas. He ahí la importancia de leer algo más que el feed de las diferentes redes sociales.
Es comprensible que la vida moderna y sus múltiples gadgets hayan acaparado nuestra atención, pero leer un libro nos puede llegar a mostrar un pensamiento mucho más complejo que a la larga sea mucho más enriquecedor que la inmediatez y el olvido de las redes sociales.