«Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla;
comeréis toda hierba que da simiente y
todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente»
(Génesis, 1:28-29)
Pfefferman, Eden
¿Adán y Eva tenían ombligo? El ombligo es la huella de nuestro nacimiento y si no lo tenían era por su origen divino. Son hijos de un parto que jamás experimentaron, de modo que aunque eran plenamente humanos no tenían huella del pecado original. Desde entonces el pecado original es parte de la naturaleza humana. En el momento en que Adán transgredió la ley de Dios, condenó a la humanidad al estado de mortales por la insolencia de haberlo desobedecido y haberse dejado seducir en su libre elección por el mal.
¿Quién encarna al mal? Eva da a Adán a comer del fruto prohibido, los pecados del mundo. La humanidad ha sucumbido junto con Adán ante el gozoso pecado por el cual él y Eva fueron expulsados del paraíso. Para la religión Católica, sólo Cristo podría redimir a la humanidad y el pecado original por el que la humanidad fue expulsada del paraíso.
Salvador Viniegra, Primer beso
Las representaciones pictóricas que se hicieron de ellos, han entrado en tremenda controversia por saber si es correcto, bajo esta racionalidad, dibujarlos o no con ombligo. Para muchos es una cuestión trivial, sin embargo en relación a los simbolismos que entraña, se debate nada más y nada menos que la perfección divina.
Múltiples representaciones se han hecho de Adán y Eva, imágenes que han mostrado en su estructura simbolismos clave para entender la cultura religiosa que ha marcado a la sociedad Occidental desde su expansión en la Edad Media. En este periodo y especialmente en el Renacimiento, las representaciones pictóricas mediante la pintura intentaron mostrar las historias de los textos sagrados.
Thomas Cole, The garden of Eden
La historia de Adán y Eva es un gran mito religioso que se ha convertido en dogma para la religión y ha sido representado por medio de imágenes a lo largo de la historia. Las imágenes son también un vocabulario que engendra significados, son representaciones que nos relatan la historia con significados que tienen en sí todo un discurso. ¿Qué significado tiene el pan en la Última cena?
En el caso de las representaciones de Adán y Eva podríamos preguntarnos qué simbolismos entrañan estas pinturas. Desde la época renacentista, los pintores se empeñaron en retratar no sólo la perfección humana en proporción y belleza, sino los signos clave del arte religioso Eligieron como tema el retrato de los padres de la humanidad como forma de mostrar la raíz de la humanidad.
Las imágenes son simbolizaciones, esto significa que los artistas representan a través de signos y símbolos. Aquí se desentrañan algunos de los signos, estos íconos clave que desentrañan los significados de estas imágenes.
La lujuria
Hieronymus Bosch, El jardín de las delicias
“El jardín de las delicias”, de Hieronymus Bosch fue pintado en la época renacentista. Este cuadro que se encuentra en el Museo del Prado, parece tener como intención moralizar, aunque bajo un esquema bastante misógino en el que Eva es acusada del pecado por el que pagará toda la humanidad. Este tríptico cerrado representa la creación del mundo, por dentro, los simbolismos que contiene representan la génesis, el paraíso y el infierno. Adán y Eva son parte de este jardín en donde el papel central lo tiene la lujuria, en donde el placer sexual es la delicia que se expresa en los placeres carnales. Del lado derecho el infierno y la condena por el pecado.
Los aspectos simbólicos representan un mundo entregado al pecado donde el mal acecha y merodea entre las parejas que copulan y gozan de los placeres sexuales. Adán y Eva aparecen dentro de una burbuja de cristal, aislados del resto del jardín corrupto, pero a punto de sucumbir a sus deseos.
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Los animales del mal
En “Adán y Eva” de Alberto Durero, este cuadro fue pintado por el alemán durante el Renacimiento. El rey Carlos III odenó que estos cuadros fueran quemados por considerarlos contenido obsceno y aunque la obra fue salvada, estos desnudos se confinaron a una sala cerrada. Adán y Eva aparecen en tablas independientes pintados con figuras estilizadas y alargadas. Él sosteniendo hojas de manzano, que tapan su sexo y ella portando en su mano la manzana, fruto prohibido y símbolo de la tentación y el delicioso pecado, mientras que la serpiente, representación del mal, acecha.
Sin embargo, en el grabado de Durero, aparecen un conejo y un gato, el conejo representa el temperamento sanguíneo y a sensualidad, mientas que el gato representa la crueldad. El loro representado en una de las ramas del árbol simboliza la Inmaculada Concepción.
Durero, Grabado de Adan y Eva
La Eva de Tiziano aparece junto a un zorro, que representa la lujuria, un animal engañoso que aparece al acecho. Al lado de ella aparece una malva rosa que es benéfica y puede interpretarse como símbolo de redención. Mientras Eva se debate entre el bien y el mal, seducida por el ofrecimiento de un niño que en realidad es la encarnación del mal, es la misma serpiente enroscada en el manzano ofreciendo el fruto del pecado. La serpiente, este reptil que ni siquiera alcanza a separarse de la tierra, es por excelencia el animal del mal.
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La desobediencia de Eva y el árbol del castigo
El árbol de higo fue con el que Adán y Eva hicieron sus primeras ropas o cubrieron su pares íntimas. El higo es una fruta dulce y característica de la tierra Palestina, era la fruta de la primavera y posee un significado simbólico. Jesús maldijo un árbol de higo y éste se marchitó:
“Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente, y le dijo: Nunca más para siempre nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.” (Mateo 21:19).
Rubens, Paraíso
De modo que el higo se convierte en símbolo de lo estéril y a la vez significa que Dios retiró su favor de ellos, como lo hizo con el árbol marchito de higo. La manzana y la hoja de higuera representan a la “nueva Eva”, es decir, aquella que borra la transgresión de la antigua. Es nada más y nada menos que la Virgen María, madre de Cristo que ha redimido a las mujeres, la madre que engendró al Hijo de Dios. La desobediencia de Eva será resarcida por la virgen María.
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Los árboles del jardín del Edén y el fruto prohibido
En el Jardín del Edén están dos tipos de árboles, el árbol de la vida y el árbol prohibido del conocimiento. El del bien y el mal, la serpiente se enrosca en el árbol del mal y es quien seductoramente tienta a comer del árbol del conocimiento. Pareciera que este atrevimiento a querer igualarse con Dios es lo que les cuesta la expulsión del paraíso.
En las antiguas escrituras se habla del fruto prohibido, que ha sido representado con una manzana. Se dice “malus mattiana” en latín, y por esa traducción puede haber sido la metáfora sobre la cual se usó a este fruto. Aunque algunos opinan que el fruto que comieron fue el higo o la granada.
Cranach, Adán y Eva
Rafael Sanzio, Adán y Eva
Comer del árbol de la sabiduría dio a los hombres la capacidad moral de discernir y juzgar por sí mismos; pese a ello les abrió los ojos a la conciencia del mal. Ellos andaban desnudos en el paraíso, sin embargo, una vez expulsados de él sintieron vergüenza de su desnudez.
Masaccio, Expulsados del paraíso
Franz von Stuck, Adan y Eva
Representaciones más modernas han abordado el mito de la creación y el pecado original desde otras perspectivas, si antes se hizo con un fin lúdico e incluso pedagógico religioso, las representaciones en el arte moderno han buscado abordarlo desde otros temas como el amor y la sexualidad. Incluso desde una perspectiva crítica al mito de creación, así como el peso que ha tenido social y culturalmente en nuestro comportamiento social.
Klimt, Adán y Eva
La historia de Adán y Eva ha tenido tantas interpretaciones como los fines que se persiguen.
Podríamos rescatar un rasgo que nos remite a esa pérdida del paraíso que nos condena a la terrenalidad: nuestro ombligo, herencia del pecado original de Adán y Eva. Esa cicatriz nos recuerda que hoy nuestra perfección se reduce a la virtud que podamos alcanzar en nuestra condición terrenal. Dicho por Platón la virtud que corresponde al alma, es la sabiduría y la prudencia, estas rigen nuestra conducta finita y humana, por lo que no nos queda más que aprender la virtud de la prudencia y la templanza a fin, ya no digamos de no perturbar a Dios, sino a nuestra propia alma atormentada y seducida por el deseo.
*La anatomía oculta en las obras de Miguel Ángel
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