Máscaras africanas a través del lente de un fotógrafo
Las máscaras poseen el poder de no sólo ocultar nuestra identidad, sino también el de permitirnos actuar de maneras en que normalmente no lo haríamos. Las máscaras transforman nuestra personalidad y nos conducen a un mundo que oscila entre lo espiritual y lo natural. Así, surge el trabajo de Phyllis Galembo, fotógrafo que registra el uso de distintas caretas provenientes de África.
Sin duda alguna, el interés de los artistas por mostrar los poderes de estos instrumentos se remonta a su uso ancestral. En Nigeria, por ejemplo, los sacerdotes y sacerdotisas utilizaban disfraces para representar personajes míticos; en Haití, los practicantes voodoo creían que los trajes rituales –junto con sus máscaras– los ayudaban a transformarse en seres mágicos; en Brasil, el Caribe, Benín y Ghana, entre muchos otros, las máscaras son un aspecto indispensable de su espiritualidad.
Por su parte, Phyllis Galembo decidió documentar estas herramientas que significan un puente entre el arte y la antropología, un trabajo que ha realizado durante toda su vida profesional. Desde que visitó Nigeria en 1985, ha viajado a través del globo con su cámara en mano esperando una nueva máscara que capturar.
Las mascaradas que Galembo documenta contienen un origen y una historia, por ejemplo: en Ghana, la tradición comenzó en 1920 cuando los nativos, frustrados por no poder entrar a las reuniones sociales de los europeos, decidieron bailar enmascarados en los bares locales. Pronto, esta práctica se volvió un ritual cultural en el que los disfraces servían como una especie de simulacros de figuras religiosas y políticas.