

El acervo de los Museos Vaticanos, como casi todas las grandes colecciones de los museos europeos provienen de las adquisiciones de siglos de monarquía —hay que recordar que durante muchos siglos, los papas fueron aún más poderosos y adinerados que los reyes y, de hecho, eran los encargados de validar el reinado de muchas casas reales—.








A lo largo de los XXI siglos de historia de la cristiandad que atraviesan casi todos los movimientos artísticos importantes, ha habido una gran cantidad y variedad de papas, pero una práctica común de los monarcas en general, era la de coleccionar y encargar arte como símbolode su cultura, aprecio por las artes y poderío económico.
La Basílica de San Pedro y los edificios adyacentes —hoy hogar de los Museos Vaticanos— fueron encargados por pontífices, así como el trabajo de grandes artistas como Miguel Ángel y Rafael Sanzio que en su momento serían pagados con aportaciones monetarias que todos los reinos católicos debían otorgar al Vaticano.
Además de los encargos, uno u otro pontífices podrían tener preferencia por coleccionar diversos tipos de manifestaciones artísticas; es por eso que la colección de los Museos Vaticanos cuenta también con un amplio acervo de arte griego y romano antiguo, así como una gran sala dedicada al arte egipcio.
Arte grecorromano antiguo
Arte renacentista y barroco
En la colección del Vaticano se encuentran un sitio arqueológico —un antiguo cementerio romano— joyas, mosaicos e iconos bizantinos, arte etrusco, los frescos de la Capilla Sixtina, pintura y escultura renacentista, neoclásica y barroca, así como un amplísimo trabajo de estucado arquitectónico y artes decorativas. Además a partir del papa Paulo VI, un interés particular por el arte contemporáneo con adquisiciones de obra de van Gogh, Bacon, Chagall, Carrà, de Chirico, Manzú, Capogrossi, Fontana, Burri y Matisse.









