La artista Liz West está detrás de una hermosa instalación titulada Our Colour Reflection, la cual se encuentra en una antigua iglesia y está compuesta por decenas de espejos de diferentes colores.
La luz que reflejan estos cristales crea sutiles toques cromáticos sobre el interior del edificio y un espacio de fantasía en donde todos quisieran estar.
Tomándose el tiempo para investigar la historia del edificio, así como el valor de las connotaciones que adquiere como lugar antiguo, Liz ha contrastado con el recinto, un lugar oscuro y gótico, un ambiente colorido y amigable gracias a esta pieza y sus infinitos espejos.










Si quieres ver más, entra a Liz West.