El color es un fenómeno físico, una ilusión que nos permite creer que el mundo está conformado por estos componentes lumínicos, los cuales dan vida a nuestro universo físico. Para que el color exista se necesita de un material, un miembro del espectro y un organismo de percepción que lo perciba.
Por ende, el croma ha sido la manifestación más tangible de nuestra realidad, y quizá una de las más bellas. La estética de este elemento, ha inspirado a cientos de creativos a generar sus propias realidades e ilusiones ópticas. Por lo tanto, no debería extrañarnos el hecho que este fascinante fenómeno sea sujeto de estudio por la ciencia.
Con el paso del tiempo, el ser humano ha contemplado el poder que posee el color en las personas. De manera implícita varias culturas al entender los efectos que provocaba en ellos, vincularon diversas gamas con distintas propiedades o significados. Es aquí donde surge el significado psicológico y cultural del color, el cual se encuentra tan arraigado a la psique humana que forma parte del tan famoso inconsciente colectivo de Jung.
Prueba de ello son las relaciones automáticas que realizamos con este elemento; por ejemplo: el verde se vincula con la naturaleza, el blanco con la paz y la pureza, el azul con la inmensidad, o el amarillo con la enfermedad. Estas relaciones se encuentran a su vez sustentadas por el lenguaje visual, entre los que destaca el cinematográfico.
Recientemente la página Cinéfilos lanzó un breve video en donde se estudia la relación del color con el lenguaje cinematográfico. Aquí te dejamos una prueba de este.