El famoso artista estadounidense Jeff Koons trabaja con un extenso staff en su estudio y oficina de Chelsea, Nueva York, y recientemente despidió 14 miembros de su equipo por lo que parece un intento de formar un sindicato para mejorar sus condiciones laborales.
Pero este despido no es el primero que suscita rumores y especulación alrededor de la figura del artista: en 2012, un asistente del estudio dijo de Koons que es un perfeccionista que con frecuencia despedía a sus asistentes cuando no lograban alcanzar sus estándares de trabajo.

Los detalles son poco claros, pero aparentemente todas las personas que fueron contratadas después del primero de junio de este año fueron despedidas. Nadie quiso hacer una declaración formal por miedo a las represalias y por un probable litigio en el futuro.

El debate sobre los derechos laborales de personas dedicadas al ramo del arte es importante en sí mismo, y en esta ocasión se infla por ser Koons uno de los artistas cuya obra se cotiza en los rangos más altos de precios en la actualidad, y porque la mayor parte de su obra es físicamente realizada por su equipo de trabajo, y no por él mismo.
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