

Forma parte de Open Borders, muestra curada por la revista italiana Interni, y pretende alterar nuestra percepción del mundo: se trata de una especie de escultura que rompe con el balance del sitio en que se halla, y al mismo tiempo genera un espacio para los espectadores.


En este sitio, los asistentes pueden emplear su tiempo para contemplar el cielo o conversar entre ellos. Invisible Borders es también una suerte de refugio.


Inspirada en el movimiento del agua y el viento, la instalación de MAD Architects extiende los límites físicos y conceptuales de las barreras.


Gracias a los materiales con que fue elaborada, ETFE principalmente, polímero resistente al calor, la corrosión y los rayos UV, la pieza se mueve suavemente con el aire y produce un silbido muy sutil.




Durante el día, Invisible Borders incrementa la luz del sol y las tonalidades del cielo; durante la noche, despide la última energía almacenada para llenar de vida el Cortile d’Onore de la universidad italiana.