Fotografías del movimiento, el misticismo y el color que nos estallan por dentro

Grégory Gaydu - Noir Foncé

Grégory Gaydu halló un rostro propio en la producción de sus series “Noir Foncé”, así como una identidad capaz de compartirse; después de varios intentos por formarse un sello y de experimentaciones simultáneas para aportar una imagen que no fuese unívoca ni desapegada del hombre, es que sucedió ante la lente de la cámara un evento que marcaría el trabajo por completo del artista francés: retratos concretos de una oscuridad casi absoluta.

La idea básica que compone su trabajo emblemático es la del retrato, una captura capaz de personificar no sólo al hombre o a la mujer que se muestra en la inmanencia, sino los movimientos del cauteloso salvajismo que le posicionan en el campo de lo trascendental. Es así como la fotografía de Gaydu adquiere un carácter tanto revelador como documentalista frente a cada modelo que ha participado del proyecto en los desplazamientos terrenales que, motivado por las promesas del encuentro y la separación, el artista mismo ha suscitado con el fin de nutrir su obra.

Grégory Gaydu - Noir Foncé

Grégory Gaydu - Noir Foncé

“Noir Foncé” es un trabajo segmentando por momentos de reflexión y de acción creativa; sin embargo, es un solo cuerpo de imágenes que encuentra su interconexión mediante un hilo discursivo que atraviesa las diferentes representaciones de lo dubitativo, lo rabioso y lo lascivo que se guarda en la profundidad de lo negro.

Las series fotográficas que componen su colección de esa negra obscuridad comparten como sentido teleológico el desfondamiento de la nada apabullante y todo lo que permanece oculto, casi misterioso y temible por su naturaleza interna. El color adquiere en el trabajo de Gaydu una fuerza y un enigma que va de adentro hacia afuera en la texturización de los sentimientos y la fractura de los cuerpos.

Grégory Gaydu - Noir Foncé

Grégory Gaydu - Noir Foncé

La fotografía de Gaydu es un grito silencioso que ataca a la homogeneidad y dota de elementos que ofrecen una lectura multirracial y multicultural a cada retrato que se nos presenta gracias al poder de su ojo; abandonando el marco dominante de la persona captada por la lente de una cámara, estos rostros, cubiertos del tormento hecho materia, en efecto propician un viaje hacia lo externo, pero también una vía que facilita la mirada perforadora.

Si bien la producción que ahora tenemos enfrente con “Noir Foncé” no está pensada en sus orígenes con una intención política, ese tinte contestatario es distinguible al percatarnos que, aún cuando no persiga un radical cambio de valores, sus perspectivas de deshumanización o de composición alternativa pretenden hacer visible la provocación y la compasión de esa expresión facial hasta hoy impotente (omitida).

Grégory Gaydu - Noir Foncé

Grégory Gaydu - Noir Foncé

En cierto cariz idealista, el fotógrafo arroja trazos de luz que obvian rasgos desapercibidos, actitudes inadvertidas y formas impredecibles para la mirada que no está dispuesta a la atención del otro.

Grégory Gaydu - Noir Foncé

En esa fascinación (y deber) por aclarar una facción perdida pero al mismo tiempo clamante de miramiento, Gaydu presenta su colección dividida en cuatro series, las cuales no deben entenderse como capítulos autónomos dispuestos para su exposición, sino como secuencias evolutivas de pensamiento y estructuración social/artística. Series que exploran la matización de la monocromía oscura que embarga al misticismo y a los sentidos del cuerpo humano, siempre latentes, siempre guardados.

No es sino hasta su última indagación visual que este tono cambia dando cabida a la explosión, calmadamente incendiaria, que muta a diversos colores, irradiaciones que se capturan por la cámara de Gaydu en el justo momento de la expresión que educa, comunica e integra la multiplicidad de componentes que alberga la anatomía del hombre.

Grégory Gaydu - Noir Foncé

Grégory Gaydu - Noir Foncé

Grégory Gaydu - Noir Foncé

En su conjunto, “Noir Foncé” es un intento por embellecer aquello que se observa y eso que es invisible, eso que transforma entornos pero también rompe con la superficie en el quiebre del status quo. El trabajo de este francés con espíritu mexicano es siempre poderoso en esa faz rebelde que se sale de los cauces establecidos y muestra una perspectiva bajo nueva luz, en todos los sentidos.

Grégory Gaydu forma parte de la selección de Creativos 2016 de Cultura Colectiva, conoce más de su obra en:
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