En el centro de un barrio clásico de la Ciudad de México existe un taller de pintura austero, minimalista, habitado por ecos que salen de un linóleo maltratado, amado y transformado en arte por
Alex Lazard, un creador que busca equilibrio.
En el centro de un barrio clásico de la Ciudad de México existe un taller de pintura austero, minimalista, habitado por ecos que salen de un linóleo maltratado, amado y transformado en arte por
Alex Lazard, un creador que busca equilibrio.