¿Crees que conoces de arte porque te suenan nombres como Vincent van Gogh, Frida Kahlo, Da Vinci y Salvador Dalí? Sus pinturas los hicieron acreedores del reconocimiento mundial. Cuando las galerías anuncian exposiciones y la gente sabe que alguno de ellos encabezará los retablos con su obra, sin duda, asisten. Pero recuerda, ellos no son los únicos y algunos ni siquiera deberían serlo.
El arte es mucho más que pinturas, el arte es historia, contexto, negocio e ideología. A través de sus trazos, un pintor buscaba mucho más que perdurar en la mente de alguien, quería ser firme a lo que él pensaba y representarlo en una imagen que dijera todo. Al principio, la técnica fue lo fundamental. En el Quattrocento los pintores buscaban mostrarle a los demás su técnica, el dominio de la perspectiva y el color. Sus pinturas eran lo mejor para que una imagen perdurara por el resto de los días y cuanto más realista, más valor y prestigio construía un pintor.
La perfección era la meta, algunos con dominios de tonalidades, otros con un oscuro absoluto en el que sólo resaltaran zonas de luz y otros con espejos que dieran pistas de otras partes de la habitación, luchaban con fervor por ser los mejores.
Después llegaron aquellos que decidieron pintar al aire libre y a ellos se incorporaron quienes querían captar la luz en lugar de la realidad. Un cambio paradigmático ocurrió en el arte porque la fotografía hacía mejor el trabajo de retratar la realidad, la pintura debía hacer otra cosa. Colores brillantes, luces, amarillos vibrantes y rojos que dieran luz, hicieron que los estudiosos se dieran cuenta de que a veces, el color puede ser todo en una obra.
Nacieron los que se arriesgaron más, los que para muchos, destruyeron el arte. Sus pinturas ya no eran figurativas, pero sí querían decir algo; expresaban deseo, simbolizaban una mujer fatal, nos transmitían un mundo lleno de sentimientos, nos transportaban al pasado o a lugares que las grandes ciudades anhelaban, llenos de calma y naturaleza. Las pinturas se movían y salían del cuadro, intentaban adoptar una tercera dimensión o capturar el sonido: todo cambió y comenzaron a experimentar hasta alcanzar, como una vez dijo Marcel Duchamp, el fin de la pintura. Aquí algunos de los más importantes y no tan conocidos como los ídolos de aquellos que creen conocer el arte.
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Jan Van Eyck
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La Flagelación de Jesús (1444)
Piero della Francesca
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La última cena (1495-1497)
Leonardo da Vinci
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El nacimiento de Venus (1485)
Sandro Botticelli
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El jardín de las delicias (1503-1515)
El Bosco
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Adán y Eva (1507)
Alberto Durero
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El juicio final (1535-1541)
Miguel Ángel Buonarroti
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Venus de Urbino (1538)
Tiziano
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Crucifixión (1565)
Tintoretto
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El entierro del conde de Orgaz (1588)
El Greco
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Santo Tomás (1602)
Michelangelo Merisi da Caravaggio
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Rapto de las hijas de Leucipo (1616)
Peter Paul Rubens
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La ronda de noche (1642)
Rembrandt van Rijn
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San José, Carpintero (1642)
George de La Tour
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La lechera (1657–1658)
Johannes Vermeer
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Las meninas (1734)
Diego Velázquez
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La muerte de Marat (1793)
Jacques-Louis David
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La balsa de la Medusa (1819)
Théodore Géricault
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El aquelarre (1820- 1823)
Francisco Goya
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La Libertad guiando al Pueblo (1830)
Eugéne Delacroix
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El último día de Pompeya (1830–1833)
Karl Pavlovich Briullov
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Tormenta de nieve (1842)
Joseph Mallord William Turner
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El Ángelus (1859)
Jean-François Millet
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El origen del mundo (1866)
Gustave Courbet
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Iván el Terrible y su hijo ( 1885)
Ilya Repin
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El baño turco (1863)
Jean-Auguste-Dominique Ingres
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Almuerzo sobre la hierba (1863)
Édouard Manet
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Impresión Sol Naciente (1872)
Claude Monet
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En el café. La absenta (1876)
Edgar Degas
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Baile en el Moulin de la Galette (1876)
Pierre-Auguste Renoir
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Mujer con flores silvestres (1895-1898)
Odilon Redon
El Cristo amarillo (1889)
Paul Gauguin
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Esqueletos peleando sobre un hombre ahorcado (1891)
James Ensor
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Madonna (1895)
Edvard Munch
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El parque (1910)
Gustav Klimt
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La lucha por la mujer (1905)
Franz von Stuck
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Mar de Otoño VII (1910)
Emil Nolde
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Composición VIII (1911)
Wassily Kandinsky
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Desnudo bajando una escalera nº2 (1912)
Marcel Duchamp
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La novia del viento (1914)
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Kazimir Malévich
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Egon Schiele
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Jack en el púlpito Nº IV (1930)
Georgia O’keeffe
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Modelo rojo (1937)
René Magritte
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El nacimiento del fascismo (1945)
David Alfaro Siqueiros
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El mundo de Cristina (1948)
Andrew Wyeth
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Ritmo de Otoño: Número 30 (1950)
Jackson Pollock
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Estudio del Retrato del Papa Inocencio X de Velázquez (1953)
Francis Bacon
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Retroactive I (1964)
Robert Rauschenberg
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Un gran clavado (1967)
David Hockney
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Hombre desnudo con una rata (1977-8)
Lucian Freud


¿Conocías todas estas pinturas? ¿Crees que aprendiste un poco más al verlas?
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