
La ciencia ficción es un género donde comúnmente los directores no salen de los estudios y no sueltan los efectos especiales. Sin embargo, hay quienes integraron lugares reales dentro del filme para crear los mundo que imaginaron.


Tal es el caso de George Lucas, quien viajó a Matmata, una ciudad de Túnez, para grabar varias escenas que ocurren en el planeta Tatooine en Star Wars. Una de las locaciones que utilizó y se volvió famosa fue la del hotel Sidi Driss.


La tensa persecución al final de THX 1138 (1971) del director George Lucas fue filmada en el Transbay Tube en San Francisco. Aquel momento en el que dejamos de ver un espacio completamente blanco se trató de un lugar real.


La multipremiada por la Academia Mad Max: Fury Road de George Miller fue grabada en un desierto real, el de Namibia. Este director se lleva las palmas al lograr imágenes sorprendentes con un empleo muy reducido de efectos especiales.


A Paul Verhoeven le pareció que Dallas, Texas, tenía una apariencia futurista, así que ahí puso las cámara para filmar RoboCop. El edificio del ayuntamiento fue utilizado como la sede de la OCP, y ocuparon algunas técnicas para que luciera más alto.


Para los escenarios de The Matrix de Lana y Lilly Wachowski, se utilizaron famosos edificios en Sydney, Australia, como el rascacielos del centro comercial The Metcentre.